27 de mayo de 2010

El Reiki y los chakras

Profesor de Santantoni Durante un tratamiento de Reiki, los practicantes/terapeutas empleamos posiciones que corresponden al cuerpo, a los órganos y a los 7 chakras. Según el hinduismo y algunas culturas asiáticas, los chakras (palabra procedente del sánscrito y que significa ‘rueda’ o ‘círculo’) son vórtices energéticos situados en los cuerpos sutiles del ser humano. Su tarea es la recepción, acumulación, transformación y distribución de la energía llamada prana.
Cada uno de estos centros energéticos se asemeja a una flor abierta y posee ciertos colores que son más o menos brillantes, según el estado evolutivo de la persona. Se describen alineados en una columna ascendente desde la base de la columna vertebral hacia la parte superior de la cabeza. A cada uno de ellos se le asigna un color y son visualizados como flores de loto con distinta cantidad de pétalos en cada chakra.
Los chakras, puntos de concentración de energía que vibra sobre determinadas zonas del cuerpo, vitalizan a éste. Su función es mantener equilibradas la salud espiritual, física, emocional y mental.
Cada chakra se conecta a glándulas concretas y a ciertas partes del cuerpo, así como a ciertos aspectos de la energía emocional y espiritual, del instinto básico de supervivencia y de la búsqueda de conocimiento.


Los siete chakras principales son:
1. Chakra Raíz (Muladhara). Está en la base de la columna vertical e influye en los riñones, la vesícula, los genitales, la columna vertebral y la fuerza vital.
2. Chakra Sacro (Svadhishthana). Influye en las gónadas, los órganos reproductores, las piernas y la vitalidad.
3. Chakra Plexo Solar (Manipura). Influye en órganos tales como el páncreas, el hígado y el estómago, sobre las actitudes del poder, la emoción del miedo y la actitud del control.
4. Chakra Corazón (Anahata). Influye en el timo, el corazón, los pulmones y el amor.
5. Chakra Garganta (Vishudda). Influye en la tiroides (crecimiento), las cuerdas vocales, los brazos, las manos, la comunicación y la expresión.
6. Chakra Tercer Ojo (Ajna). Influye en la glándula pituitaria, en el intelecto y en la vista, a través del “tercer ojo”. Es el chakra del tiempo, la percepción y la luz.
7. Chakra Corona (Sahasrara). Es el chakra del sentido, el chakra maestro que controla a los demás. Su rol sería parecido al de la glándula pituitaria, que segrega hormonas para controlar el resto del sistema endocrinológico, y que también se conecta con el sistema nervioso central a través del hipotálamo. Simbolizado por un loto con mil pétalos, de color blanco o violeta, se localiza en la cabeza, fuera del cuerpo. Influye en la glándula pineal, el cráneo y afecta a la consciencia espiritual.
El equilibrado de chakras es fundamental en toda terapia de Reiki. Cuando nuestra energía circula de forma positiva, nos sentimos felices y sanos; pero cuando nuestra energía circula desequilibrada por esos centros energéticos, entonces es cuando surgen las enfermedades, el malestar emocional y la infelicidad. Generalmente las enfermedades están asociadas a los chakras que las rigen.
Como los chakras son energía y el Reiki es una terapia energética, resulta una técnica muy útil para mantener nuestros centros energéticos en buen estado, y que la energía de nuestro cuerpo circule de forma positiva. Aunque hay tratamientos específicos para cada chakra y zona del cuerpo asociada a ellos, el equilibrado nos permite solucionar ciertos problemas o desequilibrios en todos los chakras a la vez. Con ello podremos ayudarnos a prevenir enfermedades, a recuperar el tono vital y eliminar el malestar emocional.

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